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ha construido a lo largo del tiempo importantísimos instrumentos para Catedrales y Auditorios de Música en todas las partes del mundo. La causa de su éxito permanente está en los principios, a los que la casa Klais ha sabido mantenerse fiel desde su origen y ella misma expresa del modo siguiente: "El órgano es la expresión del paisaje, en el que vive el ser humano. Un buen órgano es el espejo de su alma. Su sonido enriquece al ser humano. Saber y sentir esto, es significativo e influye en la construcción del órgano, en su medida y disposición. |
¿Debe el organero, que armoniza o entona un instrumento, crear el sonido del órgano en consonancia con su lenguaje, si quiere llegar al corazón de las personas? Los seres humanos están influidos por condiciones climáticas, paisaje, religión, tradición artística y otros muchos factores. Así el órgano se sitúa en un ancho entorno, en una multidiversificada red de circunstancias. Un buen órgano debe encontrar su sitio en esa red. El arte de la organería consiste en sentir lo más posible esas interacciones, comprenderlas, traducirlas y, por medio de nuevas sugerencias o estímulos, hacer aún más claro y experimentable ese trenzado. Sólo de este modo un buen órgano se convierte en un instrumento vivo". |
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